¿Sabías que la primera inspección de vehículos que se realizó en España fue hace más de un siglo? Tendemos a percibir la ITV de coches y demás vehículos como algo más o menos reciente, sin embargo, su historia es casi tan antigua como la de los propios coches y está llena de curiosidades. Te la vamos a contar hoy. En realidad, la historia de la ITV y la del motor en nuestro país son una sola.
1. Los primeros coches en España
Aunque el considerado primer coche de la historia fue construido en Alemania en 1885 (el famoso triciclo Benz Patent-Motorwagen), en España no se produjo una matriculación hasta el año 1900. Esta primera matrícula se instaló en un vehículo cuadriciclo marca Clement y propiedad de un hombre llamado José Sureda Fuentes. Y no fue en Madrid ni en Barcelona… sino en la población mallorquina de Santa Catalina. De hecho, las matrículas provinciales de las citadas Madrid y Barcelona no se crearon hasta 1907.
2. La prehistoria de la ITV
Justo en este mismo año 1900 se publicó el primer reglamento para el mantenimiento y cuidado de los coches en España. En aquel momento encontrarse un vehículo autopropulsado en las carreteras de nuestro país era una absoluta rareza. Sin embargo, en el año 1905, ya circulaban 268 coches, según datos históricos de la Dirección General de Tráfico. Por ello, se iba haciendo más necesaria una regulación… y una revisión. El trámite, sin embargo, se limitaba a una sencilla inspección.
3. La velocidad de los coches antiguos
Hay que tener en cuenta que, en aquellos tiempos, los coches alcanzaban velocidades más bien modestas. No solo por sus capacidades sino por las carreteras por las que debían discurrir. En el año 1898, el récord mundial de velocidad se estableció en unos nada desdeñables 63,15 kilómetros por hora. Esta velocidad, sin embargo, tenía poco que ver con la que alcanzaban los coches de tipo medio. Así pues, viajar en coche no era un reto tan grande para la seguridad como lo sería posteriormente.
4. Años 30: Mayor regulación de las inspecciones de vehículos
En 1934 ya circulaban por España varias decenas de miles coches. De hecho, entre 1931 y 1935 se matricularon 91.600 de ellos. Esto impulsó a las autoridades a darle una mayor envergadura a la inspección: Desde ese año se revisarían luces, motor y frenos.
5. El Bum de los 60: Más vehículos, más inspecciones
Los años sesenta quedan asociados al Bum del Seat 600 y a la mejora sustancial de las carreteras en todo el país, lo que posibilita que la gente se desplace con más facilidad. Esto implica también una mayor regulación de las inspecciones de vehículos, pues los retos para la seguridad son cada vez mayores. De momento, no obstante, la inspección anual obligatoria será solo para los vehículos de transporte de pasajeros y mercancías. En aquellos tiempos estos trámites se realizaban en las Jefaturas de Industria provinciales. Todavía no en las estaciones de ITV que conocemos hoy.
6. Los 80: La ITV nace como tal
En 1981 las ITVs ya existían como tales, y en 1983 se establece la obligatoriedad de llevar el distintivo que acredite que el vehículo está en regla. Sin embargo, no es hasta 1985 cuando se determina la obligación de pasar la Inspección Técnica de Vehículos para coches y motos tal como la conocemos hoy.
Como ves, la ITV de coches tiene una historia más rica e interesante de lo que parece. Ahora, cuando te acerques a pasar tu próxima ITV en Murcia, sabrás que hay muchas décadas de evolución y aprendizaje detrás. Además, si vienes a ITV Cabezo Cortado, te atenderán profesionales experimentados y volcados en ofrecerte el mejor servicio.
