¿Sabías que cada vez que somos agresivos en la conducción estamos multiplicando por diez el riesgo de provocar un accidente con víctimas mortales y por 30 el de siniestro con heridos graves? Además, aunque no lleguemos a extremos tan dramáticos, una actitud agresiva al volante (y por tanto una conducción agresiva) tiene consecuencias negativas para nuestro vehículo que pueden pasarte factura, por ejemplo, en la inspección de la ITV. ¿Quieres saber por qué? Te lo contamos.
1. El 10% de conductores es agresivo al volante
El 10% de conductores es agresivo al volante, según un estudio del Instituto Universitario de Investigación de Tránsito y Seguridad Vial de la Universidad de Valencia (INTRAS). Esto significa nada menos que tres millones de automovilistas. En efecto, demasiado a menudo nos encontramos en calles y carreteras con situaciones en las que sale a relucir la agresividad verbal o de la conducción: pegarse al coche de delante, bloquear el paso, gritar, insultar… No son actitudes inocuas, pues muchos accidentes de tráfico se derivan de ellas.
2. La amabilidad al volante reduce el riesgo de accidente
Por el contrario, la amabilidad previene accidentes. Muchas situaciones conflictivas viarias que se producen podrían evitarse con un poco de amabilidad. A esto se lo denomina cortesía vial, un concepto que va más allá de la educación vial. Esta última se refiere a la habilidad para manejar un vehículo, así como al conocimiento de las normas de tráfico. La cortesía vial, en cambio, consiste, por ejemplo, en respetar el ritmo de circulación de otros aunque vayan más despacio, ser pacientes en los atascos, no estacionar donde no se debe, ceder el paso y no empeñarse siempre en ser el primero en pasar, respetar las distancias, etc. Esto no es mera educación: como decíamos, no solo reduce el riesgo de accidente, sino que también beneficia al mantenimiento de nuestro vehículo. Y lo notarás al pasar la ITV en Murcia o en cualquier otro lugar.
3. Agresividad al volante e ITV
Como te decíamos, conducir de forma agresiva daña tu vehículo a corto y medio plazo y puede tener consecuencias cuando te acercas a pasar la ITV. Por ejemplo, un hábito continuado de acelerones, frenazos o toma de curvas a gran velocidad desgasta de forma prematura numerosos componentes del vehículo: discos y pastillas de freno, neumáticos, suspensión, transmisión. Todos ellos son examinados en la ITV y su inadecuado estado puede valerte un resultado negativo.
4. Una conducción agresiva daña tu vehículo
El embrague y la caja de cambios figuran entre los elementos más caros de un coche, pero el motor es el más costoso con diferencia. Pues bien, una conducción agresiva tiene impacto negativo a largo plazo sobre todos ellos, por factores como el abuso de altas RPM (revoluciones por minuto) entre otras cosas. Como sabes, el motor es examinado durante la ITV, con lo que en un mal estado no podrá superar la inspección.
5. Emisiones de CO2 y conducción agresiva
¿Te preocupa el medio ambiente? Debes saber que otro aspecto crítico de la conducción agresiva es su impacto en las emisiones del vehículo. Esta incrementa de forma significativa nuestras emisiones de CO2 debido a las aceleraciones y al exceso de velocidad. Como ves, la amabilidad en carretera es todo ventajas. ¿Necesitas más motivos para ser amable? Solo nos queda recordarte que en ITV Cabezo Cortado recibirás la mejor atención en nuestros múltiples servicios. ¡Y puedes ahorrar tiempo y colas con nuestra ITV con cita previa!
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